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Los números son relevantes para el mandato de Jorge Carlos Vergara Madrigal en Chivas. El dueño de uno de los equipos más importantes del futbol mexicano, es sin duda uno de los mejores empresarios del país, para los negocios no hay muchos como él: hizo crecer descomunalmente a la empresa Omnilife, y al frente del rebaño la mercadotecnia ha sido buena, aunque a muchos no podrá gustarles, la marca Chivas es hoy por hoy la que más dividendos ofrece en el mercado nacional y extranjero. En cuanto a eso no hay duda que el polémico directivo ha sabido sacarle jugo al negocio, pero futbolísticamente la historia es distinta.

Un título en 20 torneos cortos, es un rotundo fracaso cuando nos referimos a uno de los clubes con mayor historia, tradición, afición e importancia en nuestro balompié. El proyecto inicial sigue aún tardándose en llegar, canteranos surgen e inmediatamente se venden, el “ya merito” también es una práctica habitual en Chivas, pero lo más importante: técnicos van y técnicos vienen. 14 entrenadores en prácticamente una década, es realmente demasiado en el entendido de que esto que juegan es futbol profesional. Desde la salida de Daniel Guzmán hasta la llegada de Ignacio Ambriz, el rebaño ha visto desfilar por el banquillo a mexicanos y extranjeros, unos con mejor trabajo que otros, pero todos con una coincidencia: no llenarle el ojo al patrón.

Desde mi humilde punto de vista, lo primero que se debe buscar con un proyecto futbolístico es la continuidad, y esperar ver buenos resultados a mediano y a largo plazo, cosa imposible en las oficinas de verde valle. Para que un entrenador de futbol pueda hacer un buen trabajo, se necesita indudablemente de tiempo, tiempo para inculcar en los jugadores un estilo de juego, tiempo para crear en el equipo un estilo táctico y tiempo para acostumbrarse a una filosofía que le haga obtener resultados positivos. Lo que Vergara ha hecho con el equipo tapatío es todo lo contrario.

El contrato ya está firmado, “nacho” Ambríz es técnico del rebaño. Una importante experiencia como auxiliar en Europa lo respalda, pero la poca trayectoria como entrenador principal, deja dudas. Bajo los criterios ya vistos en el Guadalajara, la era Ambriz será una más del montón, algo terminará sin funcionar en esa apuesta, y el ahora técnico seguirá siendo lo que es, un director técnico en preparación, pero bueno, vamos a darle a “nachito” el beneficio de la duda.